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miércoles, 15 de octubre de 2014

MENOS DE UN MES PARA EL ATERRIZAJE DE LA SONDA ROSETTA EN UN COMETA






Imagen facilitada por la Agencia Espacial Europea (ESA). Tras diez años viajando


Madrid, 15 oct (EFE).- Falta menos de un mes para que por primera vez una sonda, en este caso Rosetta a través de su módulo Philae, aterrice en un cometa, una maniobra de alto riesgo que supone la "guinda de la tarta" de una misión más amplia que trata de obtener respuestas sobre el origen del Sistema Solar.

La sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) comenzó su viaje el 2 de marzo de 2004, cuando fue enviada al espacio.

Desde entonces, la sonda ya ha dado cinco vueltas alrededor del Sol, ha realizado tres maniobras de asistencia gravitatoria con la Tierra y una con Marte para ganar velocidad y alcanzar una órbita similar a la de su objetivo: el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.

En su largo viaje, la nave estuvo en hibernación -con sus sistemas electrónicos apagados para ahorrar energía- hasta que el pasado 20 de enero "despertó" y comenzó a reactivarlos de forma automática, momento desde el que los científicos, entre ellos un grupo de españoles, trabajan para conseguir algo "único".

Que la nave orbite alrededor del cometa ralentizando su velocidad hasta situarse lo suficientemente cerca como para depositar en su superficie al módulo Philae, el cual deberá extraer muestras y analizar la estructura y composición del cometa.

Hoy, Rosetta está cada vez más cerca de culminar su objetivo: posarse el 12 de noviembre en 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Lo hará en el llamado "punto J" a las 16:30 horas (CET), después de siete horas de caída a una velocidad de entre 18 y 95 centímetros por segundo, han confirmado en rueda de prensa científicos de la misión, en la sede de la ESA en Villanueva de la Cañada, en Madrid.

El sitio J fue elegido finalmente porque, entre otros, tiene buena iluminación, es más rápido a la hora de aterrizar y tiene una superficie más o menos llana, ha detallado Laurence O'Rourke, coordinador de operaciones científicas de la misión Rosetta.

Así, la separación del módulo Philae de 100 kilogramos de peso de Rosetta se producirá a las 9:35 horas (CET), a una distancia de 22,5 kilómetros del cometa, al que llegará siete horas más tarde.

La señal en tierra del éxito del aterrizaje no se recibirá hasta 28 minutos y 20 segundos después.

Philae, que desplegado mide 1,3 x 1,5 metros, analizará la estructura del cometa, el ambiente magnético y su superficie.

Allí se encontrará con compuestos como el amoniaco, azufre o metanol, con hielo y polvo, además de agua (se estima que el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko está emitiendo agua al espacio en una cantidad equiparable a dos vasos de agua pequeños cada segundo).

Se buscarán, además, condiciones químicas -como aminoácidos- que podrían estar relacionadas con la vida en Tierra.

El módulo Philae estará operativo unos tres meses, en los que enviará información a Rosetta y Rosetta a la Tierra.

Sin embargo, la misión continuará hasta finales de 2015 o principios de 2016, ya que Rosetta continuará las observaciones con el objetivo de averiguar cómo es un cometa cuando se acerca al Sol.

El aterrizaje de Philae es "la guinda de la tarta", pero Rosetta es "más", según Miguel Pérez de Ayúcar, científico de la misión.

"Hemos llegado más lejos de lo pensado", ha concluido Matthew Taylor, responsable científico de la misión Rosetta.

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