El satélite Mimas (NationalGeographicChannel)
Según un nuevo estudio publicado en la revista Science, el satélite de Saturno Mimas podría unirse a la lista de satélites con un océano de agua en su interior. Es lo que parece sugerir el balanceo que muestra en su giro alrededor del planeta, que completa en aproximadamente 23 horas. Según el autor del estudio Radwan Tajeddine la otra posibilidad sería que fuera sólido en su interior pero el núcleo no fuera esférico, sino como un balón de rugby, a pesar de su aspecto exterior.
Los movimientos detectados por la sonda espacial Cassini no sorprendieron por sí mismos a los científicos, pues otros muchos satélites también los experimentan, incluida nuestra Luna. Sin embargo, el balanceo de Mimas es demasiado grande para un satélite de 400 kilómetros de diámetro.
«Esperábamos una oscilación de unos tres kilómetros, pero descubrimos que se trataba del doble».
Según el equipo, un océano bajo un núcleo esférico de roca y hielo podría explicar el movimiento. «Si haces rodar un huevo crudo y un huevo pasado por agua, este último girará más rápido», explica Tajeddine. En ese sentido, el balanceo de Mimas también podría estar relacionado con presencia de líquido en su interior.
Si realmente hubiera un océano subterráneo en Mimas, no sería el primero. Los científicos están convencidos de que los satélites de Júpiter Europa, Ganímedes y Calisto también cuentan con uno, al igual que Encélado, satélite de Saturno y quizás también Titán, otro satélite del planeta de los anillos.
Tajeddine y sus colegas se han apresurado a aclarar que no han demostrado la presencia de líquido en el interior de Mimas, simplemente han observado un comportamiento inusual y han ofrecido una serie de explicaciones posibles.
En el caso de contar con un océano, los expertos creen que debería tratarse de agua líquida, uno de los factores necesarios para la vida, aunque eso no quiere decir que haya vida en Mimas, por supuesto. Eso sí, la posibilidad siempre está ahí.
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