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lunes, 16 de marzo de 2015

EL MISTERIO OCULTO DEL CONJUNTO MEGALÍTICO STONEHENGE PODRÍA HABERSE DESCUBIERTO






Una vista general de Stonehenge durante una lluvia de estrellas en la llanura de Salisbury, al sur de Inglaterra Durante siglos, historiadores y arqueólogos han intentado desvelar el misterio que esconde Stonehenge, uno de los monumentos prehistóricos más famosos del mundo. Situadas al sur de Inglaterra, alrededor de cien enormes piedras dibujan una llamativa silueta de dos círculos concéntricos que han vuelto locos a los investigadores. Un cementerio, un calendario astronómico, un templo druida o un signo de paz entre los pueblos del este y el oeste de Gran Bretaña tras un largo periodo de conflicto son algunas de las posibles funciones que cumplían estos gigantescos monolitos aunque, a tenor de los últimos estudios, una nueva teoría comenzaría a hacerse hueco.

Según Julian Spaldin, crítico de arte y exdirector de algunos de los museos de cabecera de Inglaterra, Stonehenge no se habría utilizado para ceremonias a ras de tierra, sino que las conocidas piedras serían el soporte de una base de madera sobreelevada que sí actuaría como escenario para rituales religiosos. El citado conjunto megalítico podría haber sido una especie de altar levantado hacia el cielo capaz de soportar enormes cantidades de peso.

En declaraciones de Spaldin recogidas por ‘The Guardian’ se deja claro que, en opinión del crítico de arte, el error de otros estudiosos de Stonehenge ha estado en mirar hacia el suelo en lugar de hacia arriba. “En edades antiguas, las ceremonias espirituales no se llevaban a cabo sobre el terreno. El faraón de Egipto o el emperador de China, incluso el Papa, siempre eran transportados porque los pies de personas sagradas no podían tocar el suelo. Hemos estado buscando en Stonehenge una perspectiva moderna ligada a la tierra”, sentencia Spaldin advirtiendo del posible error.

“Los altares levantados en el pasado sugerirían que la gente que construyó Stonehenge nunca habría desarrollado ceremonias en la humilde tierra”, dice el crítico de arte sobre este conjunto de piedras construido entre el 3000 y 2000 aC catalogado como Patrimonio de la Humanidad, que añade que este hecho habría sido “insultante” para las divinidades. 

La teoría de Spaldin no cuenta con el apoyo de otros estudiosos. Vicent Gaffney –investigador del Proyecto de Paisajes Ocultos de Stonehenge de la Universidad de Bradford– sostiene hacia ella un “alto grado de escepticismo”, algo que parece compartir con él el profesor de Prehistoria Sir Barry Cunliffe, que dice: “Spaldin podría estar en lo cierto, pero no conozco ninguna evidencia para apoyarle”. Algo más abierto se muestra el arqueólogo Aubrey Burl, que opina que cualquier nueva teoría es “valiosa” y debe analizarse “con cuidado y consideración”.

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