El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó desplegar este lunes a 38.000 soldados en el Ártico, como parte de una demostración de fuerza en un momento en el que Moscú hace frente a tensiones con Occidente por el conflicto en Ucrania.
"Nuevos desafíos y amenazas para nuestras fuerzas militares exigen aumentar nuestras capacidades militares. Hay que prestar una atención especial a las nuevas unidades estratégicas del norte", dijo a la agencia RIA Novosti el ministro ruso de Defensa, Sergei Shoigu.
Como parte del ejercicio, fue movilizada la Flota del Norte, que es la más poderosa de las cuatro divisiones de la marina rusa, para probar su capacidad operativa en esta estratégica región.
Un portavoz militar precisó que unos 5.000 soldados fueron desplegados en el este de Rusia y 500 en la inestable zona del Caúcaso.
La semana pasada, el ejército ruso inició maniobras de gran envergadura en varias regiones, con 8.000 soldados movilizados en Crimea, la península del mar Negro que fue anexionada por Rusia en 2014, que antes pertenecía a Ucrania.
Ucrania y sus aliados de Occidente han acusado a Moscú de desplegar miles de tropas en la frontera para apoyar a los separatistas prorrusos, una versión que el Kremlin niega.
El calentamiento global ha convertido el Ártico en una región estratégica, como ruta de paso y también por el potencial de recursos naturales que podrán ser explotados.
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