Un fenómeno paralelo al aumento de la frecuencia de la tierra es la disminución acelerada del campo magnético.
A medida en que crece la frecuencia electromagnética de la tierra, disminuye el campo magnético responsable de la rotación de la tierra.
Esta frecuencia crecerá hasta 13 ciclos por segundo, donde tendremos el punto cero de la rotación de la tierra.
Estos cambios han sido predichos por varias civilizaciones, y suceden cada 13.000 años, la mitad de los 26.000 años, de la precesiónde los equinoccios.
Esto produce la perdida de la memoria porque el magnetismo es el adherente que atrapa los recuerdos.
Necesitamos apagar, reconfigurar y volver a encender, así, el nacimiento del hombre nuevo se dará en el momento en que el campo magnético de la tierra alcance el punto cero, sólo en esa circunstancia podremos reconfigurar nuestros patrones genéticos y hacerlos aptos para una vida en una dimensión más elevada.
Esta remodelación del ADN produce oleadas de fatiga, dolor e incertidumbre. Puede aparecer un primer período más agudo cuando las frecuencias altas impactan nuestro cuerpo, seguido de un tiempo más suave de asimilación y acomodamiento.
En estos períodos se requiere dormir y descansar más, hasta completar el parto de nuestra tierra, pues nuestro cerebro y sistema nervioso están en reconstrucción.
El proceso que se opera internamente en el ser humano es que cuando se eleva la frecuencia electromagnética que llega a la tierra, se activa y acelera la vibración de nuestras células, y éstas reaccionan irradiando calor hacia los espacios vacíos que las rodean.
Esta implosión despierta algunos códigos dormidos de nuestro ADN y expande la información nueva hacia los núcleos de otras células, las que también se activan en cadena, así nuestro cuerpo se reconfigura en cadena y producirá una expansión de la conciencia, hacia una vida más sutil y perfecta.
Esto llevará al ser humano a superar a una mejor y más eficiente utilización de sus capacidades mentales.
Lo que define el nivel de conciencia de una unidad, llámese planeta o ser humano, es la energía saturada de luz, que estamos en capacidad de asimilar.
En la tercera dimensión percibimos esa energía como dos ondas con propiedades diferentes, que son electricidad y magnetismo.
La porción eléctrica suministra la información de los códigos de creación y la magnética es el aspecto que los estabiliza.
En esta forma las dos polaridades actúan coordinadamente para mantener un nivel de realidad específico.
Las frecuencias de luz se producen como pulsaciones y el ritmo de ellas marca los ciclos.
La tierra es vulnerable a las emisiones electromagnéticas de las explosiones solares que recibe cada once años, cuando el sol completa un ciclo y pulsa. También hay pulsos galácticos y cuando uno de ellos termina, nuestro centro galáctico pulsa, disparando energías de frecuencia electromagnéticas altísimas, que cambian los patrones de vida en toda la galaxia.
Cuando pulsa la galaxia, estas frecuencias viajan como ondas, llevando paquetes de información nueva, que provocan un ordenamiento más complejo en todos los niveles, desde el solar y planetario, hasta el molecular con el consiguiente salto cuántico en la apertura de conciencia y en la evolución de la vida.
Desde 1987 se ha incrementado en la tierra el impacto de fotones de luz de altísima frecuencia, procedente del centro galáctico.
Hay confirmación científica, de que, ante el incremento de energía, algunas constantes planetarias están cambiando, como el magnetismo.
Estamos cerca de un acontecimiento espectacular, que el hombre no conoce, que ocurrirá antes de terminar el año 2012, y es que el magnetismo de la tierra habrá alcanzado el punto cero y la resonancia de la tierra habrá subido de 7,8 a 13 Hercios.
En ese momento crítico, cuando esto suceda, tendremos la oportunidad de vivir un cambio dimensional, que pondrá fin a nuestras limitaciones como seres humanos.
En este cambio lo primero es el caos y lo experimentamos ahora, sucumbirán todos los entes de poder como el militar, religioso, político, económico, afectando también la familia, la salud, las artes y las relaciones entre las personas en la sociedad.
El clima, los elementos y la geología están también convulsionados.
Desde el 13 de abril del año 2002, la nueva matriz de creación o rejilla energética está completa, y por ello, la nueva información puede fluir, despertando la afinidad de quienes estén listos para asumir su destino como seres humanos más completos.
Habrá pues una información nueva, de experiencias vibratorias diferentes, incluyendo paradigmas geológicos y climáticos.
Los calendarios mayas, Tibetanos, Chinos, Egipcios, coinciden en señalar, que en la época en que vivimos, habrá un cambio definitivo en la vida en la tierra, es pues un tiempo único en la historia de la humanidad.
Debemos hacer un cambio interno para conectarnos a la nueva amplitud de onda, que incluye a toda la creación, y que nos corresponde como seres de luz, y que además nos sirve como puerta a la supervivencia.
La tierra está empezando a recibir la influencia del cinturón de fotones, aumenta la resonancia Shumann, disminuye el magnetismo y la velocidad de rotación de la tierra.
Esto podría ocasionar que en algún momento la tierra detenga su rotación, alcance una frecuencia de 13 ciclos por segundo, y tendríamos un campo magnético de punto cero.
Así, la tierra podría detener sus giros, por tres días, para luego comenzar su giro nuevamente, pero a la inversa, y esto produciría una reversión en los campos magnéticos de la tierra, y haría un cambio severo en las condiciones de vida de la tierra.
Esto ya ha ocurrido en la tierra en otras oportunidades, como fenómeno cíclico, pero es desconocido por nuestra civilización.
Esto coincide con la predicción maya, en el Baktun 13, cuando termina el calendario maya.
Los mayas sabían que nuestro sol es un ser vivo, que respira, y que cada cierto tiempo, -ciclo-, recibe la influencia del ser mayor que lo cobija que es nuestra galaxia, y ocasiona en él, erupciones solares y cambios magnéticos, fenómeno recurrente que sucede cada 5.125 años, y que a su vez, otro ente que está bajo la influencia del sol, como es la tierra, desplaza su eje de rotación, produciendo grandes cambios y cataclismos.
Para los mayas, la respiración de la galaxia no cambia, siempre ocurre, es la terminación de un ciclo, lo que cambia es la conciencia del hombre para asimilar y superar ese cambio, proceso del hombre que en su evolución, siempre irá hacia la perfección.
Los mayas predijeron que el sábado 22 de Diciembre de 2012, el sol recibirá un fuerte rayo sincronizador desde el centro de nuestra galaxia, y por lo tanto el sol cambiará su polarización y producirá una enorme llamarada.
En el pasado, donde ya ha ocurrido este fenómeno, después del punto cero, el sol se eleva hacia el oeste y se pondrá en el este.
Estos cambios ya registrados obedece a la inclinación de la tierra, y el cambio de entendimiento de por dónde sale el sol.
Los mayas hicieron las predicciones de lo que estamos viendo y predijeron que nos moveríamos de la tecnología hecha por nuestra civilización, hacia los ciclos naturales del universo.
Nuestro universo se mueve hacia repetir ciclos ya vividos, donde para el año 2012, estaremos transitando por un aumento en nuestra dimensión, entendida como una escala nueva de vibración del ser humano.
Este acople de vibraciones entre el ser humano y su entorno universal se convierte en imperativo, y sería como visualizar que un aparato electrodoméstico no se puede conectar a una fuente de alta tensión pues simplemente no está preparado para ello.
Vamos de regreso, de la periferia al centro, de salida, en retorno, de donde algún día salimos, vamos de seres más densos a seres más sutiles, vamos buscando la luz de Dios que nos creó, y nuestra salida inmediata está en el centro de la Galaxia.
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