¿Te imaginas que la humanidad fuese capaz de crear un telescopio espacial capaz de observar al hipotético planeta “Tierra B” que orbita alrededor de Próxima Centauri? Pues la buena noticias es que la tecnología ya existe, y que de he hecho unos cuantos científicos planean diseñar ya ese intrumento, que no sería enorme como el Hubble, ni carísimo como el James Webb.
¿Está la NASA o la ESA detrás de esta idea? Me temo que no. Con el tamaño de una lavadora, y un presupuesto de lo más ajustado para esta clase de aventuras, el Proyecto Azul (Proyect Blue) desea salir a la luz financiado por aficionados. Las mentes creativas tras el proyecto necesitan 1 millón de dólares para la fase inicial de diseño, para lo cual han recurrido a la conocida web de crowdfunding Kickstarter, donde hasta el momento llevan 51.000 USD recolectados. El período de recaudación se abrió hace dos días, el martes 15 de noviembre de 2016, y restan 33 días para que se cierre.
¿Quién está detrás del Project Blue? Un consorcio de científicos e ingenieros profesionales, algunos de los cuales trabajan en agencias espaciales gubernamentales. Sucede que el proyecto de un telescopio de última generación centrado en la observación de nuestro vecino estelar, Alpha Centauri, no despertó el interés de las agencias oficiales por ‘especulativo’. Cabe recordar que normelmente las agencias buscan crear observatorios parecidos a una navaja suiza, es decir con múltiples funcionalidades e instrumentos.
Como digo, este primer millón de dólares apenas serviría para que los investigadores creen las estructuras sobre el plano, es decir, para diseñar e investigar el modo en que debería funcionar el telescopio. Obviamente, más tarde se necesitaría mucho más dinero para la fase de construcción y puesta en órbita. Contando con empresas privadas para el lanzamiento como SpaceX, el consorcio de este idealista proyecto estima que los costes rondarían los 25 o 50 millones de dólares. Si contasen con el dinero, creen que podrían tenerlo listo en 4 o 6 años.
¿Cómo es posible crear una máquina así de pequeña y capaz de observar el exoplaneta habitable descubierto alrededor de Próxima Centauri este pasado verano? El secreto consiste en tres grandes avances recientes de importancia crucial, gracias a los cuales podría fabricarse un mini-telescopio con funcionalidades imposibles de obtener hasta ahora.
Project-blue
Los proponentes del Project Blue los explican:
1) Fabricar una versión miniaturizada de un coronógrafo, un instrumento complejo que puede bloquear la luz cegadora de una estrella para permitir revelar la presencia de los planetas que se esconden tras su fulgor. Al estar el telescopio enfocado permanentemente en Próxima Centauri, el diseño del coronógrafo podría simplificarse.
2) Ya que crear un espejo grande y perfecto es casi imposible, proponen crear un espejo deformable, compuesto por una matriz de 1000 espejos ultra diminutos (y muy perfectos) que se pueden programar para que se muevan con precisión microscópica miles de veces por segundo. Esto ayudaría a eliminar las imperfecciones ópticas del telescopio.
3) Para obtener una imagen nítida, el telescopio necesitará contar con un dispositivo ultra exacto de estabilización de imagen, ya que el explaneta está muy cerca de su estrella madre. Para conseguirlo, se emplearán giroscopios similares a los de nuestros teléfonos móviles, aunque muchísimo más exactos.
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