El platillo volante de la NASA para aterrizar en Marte falla su segunda prueba
El gran paracaídas de 35 metros no funcionó.
Hace algo más de un año, en este mismo blog, ya os adelantábamos el sorprendente proyecto de NASA para aterrizar en Marte con un sistema novedoso que incluía un gigantesco escudo hinchable. Oficialmente se llama LDSD (siglas correspondientes a Low-Density Supersonic Decelerator) pero ya todo el mundo lo conoce con el apodo del “platillo volante marciano” lo cual es bastante comprensible viendo tanto su funcionamiento como su aspecto.
LDSD Low-Density Supersonic Decelerator
Aterrizar en el planeta rojo no es tarea fácil. A diferencia de la Luna donde se puede llegar mediante retrocohetes, en Marte existe una atmósfera que, aunque tenue, hace que sea necesario el uso de elementos adicionales, como por ejemplo un escudo térmico. Aquí entra el LSDS, dotado de un enorme escudo térmico inflable con 8 metros de diámetro y un gigantesco paracaídas de 35 metros de diámetro.
Después de la fase de desarrollo y de un primer test en junio del año pasado, el LSDS ha realizado su segunda prueba de fuego con un resultado que aún no podemos calificar de satisfactorio. El test estaba previsto para principios de mes desde las instalaciones de lanzamiento en Hawái pero las condiciones climáticas lo han retrasado más de una semana.
Primero fueron las grandes olas que barrían esa costa del Océano Pacífico y cuando el mar se calmó, el viento volvió a retrasar el lanzamiento que tuvo que esperar hasta el martes.
Infografía del funcionamiento del LDSD
La prueba consistía en un ejercicio real de aterrizaje, elevando al LSDS mediante un globo aerostático hasta los 30 kilómetros de altura, el límite de la atmósfera terrestre y desde allí soltarlo para comprobar su descenso y el funcionamiento del gran paracaídas.
Y ahí radicó el principal fallo de esta prueba puesto que, aunque el paracaídas se activó a la altura correcta, no se desplegó como debía hacerlo.
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