Imagen del accidentado Grasshopper 2 de SpaceX
Hay días que es mejor no levantarse de la cama. Días en que todo te sale mal y no importa lo que hagas porque parece que la inmisericorde ley de Murphy se ha puesto manos a la obra y está dispuesta a tumbar cualquier proyecto por muy preparado que lo tengas… Además, tal y como reza el refrán “las desgracias nunca vienen solas”, esos días suelen venir acompañados de más infortunios hasta conseguir completar una semana totalmente desastrosa para la carrera espacial.
Esta serie de catastróficas desdichas comenzó el pasado día 22 de agosto con la explosión en pleno vuelo del F9R Test Vehicle al que todos conocemos con el apodo de Grasshopper 2. Los seguidores de esta sección de astronomía en Yahoo seguro que ya habían visto alguna de las pruebas de este curioso proyecto de la empresa SpaceX que pretende recuperar así las primeras etapas de su gran cohete Falcon 9.
El Grasshopper 1 había conseguido en anteriores pruebas despegar y aterrizar verticalmente hasta alcanzar los 1000 metros de altura en su última prueba de mayo. El nuevo prototipo intentaba realizar las mismas tareas que su predecesor pero con tres motores y con unas patas desplegables para el aterrizaje.
El resultado de esta prueba… explosivamente negativo.
Ese mismo día, 22 de agosto, y a miles de kilómetros de la base de SpaceX en Texas, la Agencia Espacial Europea (ESA) lanzaba desde la Guayana Francesa los dos primeros satélites de la misión Galileo que en un principio debería contar con hasta 30 satélites de geoposicionamiento. El proyecto ya contaba con los satélites Galileo-IOV de una fase anterior a los que se unirán los nuevos satélites Galileo-FOC.
Sin embargo el lanzamiento no se desarrolló como estaba previsto y los dos satélites Galileo-FOC (FM1 y FM2) han terminado en una órbita errónea a más de 2.000 kilómetros de distancia de la órbita correcta en la que deberían haberse insertado.
Recreación de uno de los Satélites Galileo de la ESA
La ESA emitió un escueto comunicado al día siguiente anunciando las anomalías en la inserción orbital y en el que se informaba que aún se estaban estudiando las posibles repercusiones para la misión.
Aunque la ESA no lo diga claramente para nosotros las repercusiones son claras: Estos dos primeros satélites Galileo no podrán llevar a cabo su labor en la órbita en la que se encuentran en estos momentos y lo único que se puede hacer es buscarles otro objetivo para aprovecharlos y que no terminen como chatarra espacial.
En un principio la ESA tenía previsto realizar otros dos lanzamientos con otros tantos satélites Galileo este mismo año, pero tras esta inserción orbital fallida de los primeros es más que probable que la misión se deba replantear y ajustar.
En fin, hoy lunes comienza una nueva semana y esperamos dejar atrás los errores y explosiones para volver a la normalidad y así poder informaros de nuevos proyectos con mejor suerte que los anteriores.
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