Hace tan solo unas semanas realizábamos un resumen con algunos de los vídeos más espectaculares y bellos grabados desde un dron. En aquel artículo, titulado “maravillas a vista de dron” nos centramos en la enorme utilidad de estos vehículos no tripulados para captar perspectivas diferentes de fenómenos naturales como auroras boreales o glaciares en los polos.
Sin embargo existe una infinidad de posibilidades, algunas de ellas aún por imaginar, para el uso de drones como entrega de paquetería, búsqueda y rescate de supervivientes en catástrofes o naufragios, vigilancia aérea de zonas conflictivas… Y por supuesto, su utilización como soporte científico en zonas arriesgadas o lugares peligrosos como grutas, cimas o volcanes.
A pesar de que en pleno siglo XXI apenas quedan territorios vírgenes donde el hombre no haya dejado su huella, Sam Cossman aún se define como explorador y realizador de documentales. En su trabajo, los drones se han convertido en una herramienta indispensable para alcanzar objetivos imposibles como los volcanes y sus impresionantes ríos de lava.
Se trata de una grabación realizada en el Crater Marum, situado en la isla de Vanuatu, en la que la intensa actividad volcánica no podría ser grabada de otra manera.
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