Cualquier persona con algo de sentido común esperaría que a una civilización extraterrestre inteligente, y con una tecnología tan avanzada como para ser capaz de viajar millones de años luz en el espacio, se le ocurriese una forma de contacto algo más seria y fiable que aparecer durante unos segundos en un borroso vídeo de youtube dentro del canal de algún conspiranoico.
Personalmente estoy bastante convencido de que en ese inmenso mar de galaxias, estrellas y planetas al que llamamos Universo debe existir vida más allá de nuestra humilde canica azul, de hecho la gran mayoría de científicos así lo piensa. Pero de ahí a pensar que cada mancha difuminada en el cielo, cada luz extraña o cada fugaz destello que capta el objetivo de un teléfono móvil se corresponde con una prueba de peso no solo de su existencia sino de un gran complot mundial para engañarnos… pues, qué quiere que le diga, hay mucho trecho.
La imagen superior es un fotograma de un vídeo que lleva ya más de tres millones de visitas en youtube y en el que se afirma que forma parte de una conspiración de la NASA para ocultarnos la existencia de presencia extraterrestres a apenas unos kilómetros de nuestro planeta.
Apenas es una mancha borrosa pero al parecer es todo lo que necesitan los ufólogos para responder a una de las cuestiones más antiguas de la Humanidad: ¿Estamos solos en el Universo? Pues no, no lo estamos… y aquí les muestro una fotografía desencuadrada de unos brillos lejanos para demostrarlo.
El concepto de OVNI se basa en la ignorancia. Las propias siglas de esa palabra llevan impreso a fuego el desconocimiento: “Objeto Volante No Identificado”. La mitad de su propio significado incluye la ignorancia de lo que se está observando: No identificado. Esto quiere decir que quien mira no sabe lo que está mirando, y cualquier teoría que se desarrolle sobre ese indiscutible hecho solo se debe atribuir a la imaginación y no a los hechos.
En general podríamos decir que hay dos clases de OVNI. En primer lugar tenemos una inmensa mayoría que representa luces o cuerpos extraños que el observador no sabe de qué se trata. Suelen ser fenómenos naturales, puntos en el cielo o incluso reflejos de satélites que el avistador simplemente desconoce. El segundo grupo sería el de objetos falsos realizados mediante sencillas y asequibles herramientas de edición fotográfica y creados por alguna mente brillante que quiere reírse un rato o sacar algo de provecho.
Por supuesto puede ocurrir que una de esas mentes ufológicas quiera sacar partido también de los ovnis del primer grupo y este es precisamente el caso ante el que nos encontramos.
La NASA explicó hace varios días que el supuesto OVNI que se observa al fondo de la Estación Espacial Internacional probablemente no sea más que un reflejo en la óptica de la lente de la cámara, sin embargo el “experto ufólogo” Tyler Glockner publicó en su canal de youtube toda una explicación conspiranoica sobre esos destellos, acusando a la NASA de cortar la comunicación para ocultar la presencia del OVNI.
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