Astrónomos han detectado ráfagas repetitivas de señales de radio que llegan desde el espacio profundo. Estas señales de corta vida son conocidas como ‘ráfagas rápidas de radio’ (FRB) y, aunque han sido escuchadas antes, siempre se pensó que eran acontecimientos aislados que venían de locaciones aleatorias, todas provenientes de una fuente única fuera de nuestra galaxia.
Diez ráfagas, todas provenientes de la misma dirección, fueron detectadas a mediados del año pasado – y cuando los astrónomos miraron los datos, descubrieron que otras FRB del 2012 se habían originados desde el mismo lugar, lo que sugiere que algo esta sucediendo regularmente en ese lugar produciendo señales cortas e intensas.
Desde que las FRB fueron descubiertas en 2007, los astrónomos han estado buscando sin éxito por alguna señal de que vengan del mismo lugar en repetidamente – algo que les ayudaría a entender que las está causando.
En noviembre pasado, Paul Scholz, de la Universidad McGill, en Canadá estaba analizando datos viejos colectados por el radiotelescopio Arecibo, en Puerto Rico y observó unos patrones inusuales – seis FRBs que venían con 10 minutos de diferencia, y cuatro más un poco más extendidas, todas provenientes del mismo lugar.
Aunque los investigadores aún no tienen suficientes datos para identificar de donde provienen las ráfagas exactamente, el equipo está muy seguro de que vienen de afuera de la Vía Láctea – basándose en la cantidad de plasma que dispersaron para llegar hasta ahí.
El punto de origen hace que las repetitivas señales sean únicas – las 16 FRBs detectadas con anterioridad parecían provenir de nuestra galaxia. Además su brillo y espectro también es distinto. Esto llevo a los investigadores a pensar que se trata de un fenómeno que nunca antes se ha observado.
El siguiente paso será identificar con exactitud de donde provienen con exactitud las misteriosas señales para que los astrónomos pueden tener una mejor idea del tipo de actividad que sucede ahí.
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