El ritmo de liberación de carbono por fuentes antropogénicas alcanzó en 2014 un récord histórico, que ha llevado a los autores de un estudio climático a afirmar que el ritmo al que se calienta nuestro planeta no se había visto desde la desaparición de los dinosaurios, hace 66 millones de años. Para los tres autores de este estudio, la humanidad se adentra ahora en un territorio inexplorado, y las consecuencias tanto para la vida terrestre y oceánica podrían ser más graves que cualquier cosa que hayamos visto desde la caída del meteorito que aniquiló a los saurios hasta nuestros días.
El ritmo de emisión de carbono a día de hoy es 10 veces mayor que durante un período de calor prehistórico conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (MTPE), que es el mayor precedente de calentamiento global histórico del que tenían conocimiento los estudiosos del registro geológico. En aquella ocasión, el carbono liberado por los volcanes y los hidratos de metano que escaparon de las bolsas del fondo marino, hicieron que la temperatura se incrementase5ºC, lo que provocó sequías, inundaciones, plagas de insectos y numerosas extinciones.
El estudio del que os hablamos hoy, liderado por Ricard Zeebe, oceanógrafo de la Universidad de Hawaii en Manoa, se realizó trasanalizar el registro geológico de sedimentos en busca de restos de carbono. Los resultados muestran que la avalancha de carbono y metano se dio a comienzos del MTPE y se extendió durante al menos 4.000 años. Según sus cifras, durante aquel período las emisiones anuales de gases invernadero a la atmósfera rondaban los 1,1 gigatones, mientras que en nuestros días, la actividad humana (principalmente al quemar combustibles fósiles) hace que se liberen 10 gigatones.
Para el profesor Richard Zeebe, el hecho de que las emisiones actuales sean tan elevadas en comparación al análogo más próximo que se tenía, el del MTPE, implica una gran dificultad para predecir los cambios a los que nos enfrentaremos. La transición al MTPE hace 55,8 millones de años, provocó cambios masivos en los lugares donde vivían las plantas y animales, la rápida evolución de algunas especies, y la extinción de otras. La mitad de los organismos unicelulares del lecho marino desaparecieron, pero otros muchos microorganismos florecieron y extendieron sus hábitats. No obstante el estudio sugiere quea día de hoy la vida marina podría no tener tanta suerte, ya que entonces los organismos tuvieron tiempo para adaptarse mediante la migración o evolución, tiempo del que no disfrutará la vida marina moderna.
Las conclusiones sobre el ritmo de calentamiento global que tuvo lugar en aquel periodo histórico, son similares a otros estudios anteriores basados en el estudio de sedimentos excavados en Noruega, lo que da consistencia al hallazgo. Para los científicos, la lección para nuestra sociedad es de las que deben hacernos recapacitar. “Ahora mismo nos estamos excediento en un orden de magnitud con respecto al ritmo de emisiones de carbono alcanzados durante uno de los eventos de calentamiento global más notables sucedidos en la historia de la Tierra”.
Lo dicho, nos adentramos en territorio inexplorado, y seguramente las consecuencias serán trágicas para la vida en la Tierra.
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