Los cielos de Ciudad del Cabo amanecieron cubiertos de unas curiosas y bellas nubes.
Ciudad del Cabo | Instagrammer markpret
Hay un dicho popular que afirma que “uno teme lo que no conoce”. A lo largo de la historia la ignorancia de los numerosos fenómenos meteorológicos existentes en nuestro planeta ha dado lugar a los más variados miedos y creencias. Los dioses del trueno, la furia de las mareas o la amenazante presencia de los eclipses han sido la cuna de todo tipo de leyendas y mitos irracionales que atemorizaron al ser humano durante milenios.
Pero estamos en el siglo XXI y los miedos procedentes del desconocimiento de la ciencia básica son ahora más sofisticados. La moda de las invasiones alienígenas sigue teniendo su vigor y casi cualquier luz que vemos en el cielo y que no sabemos explicar, automáticamente se convierte en una nave extraterrestre.
Esto ha sido precisamente lo que ha ocurrido estos días en Ciudad del Cabo, la segunda ciudad más poblada de Suráfrica y en donde sus habitantes se levantaron la mañana del domingo con este imponente panorama:
Ciudad del Cabo | instagrammer Mijlof
A muchos os habrá recordado la célebre escena de la película Independence Day en la que cientos de naves extraterrestres, camufladas entre las nubes, surgen de repente ante el asombro generalizado de los protagonistas.
Pero por supuesto, lejos de las fantasías cinematográficas de Hollywood, lo que en realidad veis en el cielo de Ciudad del Cabo no son más que nubes lenticulares (Altocumulus lenticularis), una curiosidad atmosférica que se produce de manera frecuente cuando vientos fríos se encuentran con montañas, pero que también pueden desarrollarse frente a edificios altos o ciudades como en el caso que nos ocupa.
La física detrás de la formación de estas bellas formaciones nubosas es sencilla y se conoce desde hace tiempo. Comienza con corrientes de viento frío que se mueve a bajas alturas en la atmósfera y que al toparse con un obstáculo en su camino, como un monte o el skyline de una ciudad, asciende formando este característico tipo de nube. También se pueden dar por convección sin que sea necesaria la presencia de ese obstáculo, mostrándose ocasionalmente en llanuras o valles.
El cielo de Ciudad del Cabo desde Rondebosh | Instagrammer Joshua Oates
La nube lenticular más famosa, y una de las más bellas, es la que se suele formar en ocasiones en la cima del monte Fuji y que seguro habréis visto en fotografías en alguna ocasión:
Preciosa nube lenticular sobre el Monte Fuji
Es otra de las grandes cualidades de la Ciencia: Nos permite disfrutar de la belleza de la Naturaleza eliminando miedos infundados. Para muchos, la ciencia es simplemente ese campo destinado a conseguir nuevas aplicaciones para sus móviles, mejores y más grandes televisores o remedios y curas para enfermedades.
Sin embargo, a menudo olvidamos que la actividad científica es una aventura intelectual que busca descubrir cómo funciona el mundo que nos rodea y que nos regala algo más interesante que un teléfono móvil más moderno… nos ofrece conocimiento real eliminando mitos y temores absurdos. La Ciencia es una buena cura para esos miedos y creencias irracionales.
No sé cuánta gente se asustó realmente de estas preciosas nubes en Ciudad del Cabo, lo que sí sé es que de tener más conocimiento científico hubieran disfrutado de una espléndida y bella estampa en sus cielos.
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