La sonda New Horizons, a 18 millones de km de su destino, detecta metano en el mundo más remoto del Sistema Solar.
A medida que la New Horizons se aproxima a su histórica cita del próximo 14 de julio con Plutón y sus cinco satélites, sus instrumentos han empezado ya a investigar y a recabar datos de las características de uno de los mundos más desconocidos del Sistema Solar. Y ahora acaban de confirmar que sobre su gélida superficie abunda el metano, algo que se ya se sabía desde 1976 gracias a observaciones con telescopios basados en Tierra y que, por aquel entonces, sorprendió mucho a los astrónomos.
El espectrómetro de infrarrojos de la nave ha realizado las primeras mediciones directas de este gas. Y los investigadores se preguntan por su origen. «Sabíamos que había metano en Plutón –afirma Will Grudy, que dirige el equipo que se encarga de estudiar la composición de la superficie del planeta enano–, pero estas son nuestras primeras detecciones directas. Y pronto sabremos si hay diferencias en cuanto a la presencia de hielo de metano entre unas zonas y otras del planeta».
El metano, cuya fórmula química es CH4, es un gas incoloro e inodoro que está presente tanto en el subsuelo como en la atmósfera de la Tierra. En nuestro planeta, sin embargo, una buena parte del metano que existe es de origen orgánico. Es decir, que es emitido por las distintas formas de vida. En Plutón, sin embargo, el metano tiene por fuerza que tener otro origen. Y podría, en efecto, proceder de la nebulosa solar primigenia a partir de la cual se formó nuestro Sistema Solar, hace más de 4.500 millones de años. Aunque para saber eso habrá que esperar aún un tiempo.
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