El colosal sistema Starship en pruebas en las instalaciones de SpaceX en Texas | imagen SpaceX
Lanzaron un coche al espacio, han recuperado docenas de etapas que aterrizan suavemente en una barcaza flotando en el mar, han construido una nave futurista y han llevado dos astronautas a la estación espacial internacional en la primera misión tripulada de una compañía privada. Durante las últimas décadas la exploración del espacio había entrado en un lento proceso de olvido, las grandes hazañas de las décadas prodigiosas de los ’60 y ’70 quedaban ya muy lejos y las principales agencias espaciales, con mucho menos protagonismo y presupuestos, se limitaban a operaciones en la órbita baja. Muchos nos preguntábamos si el final de los sueños espaciales del ser humano acabaría consistiendo en desarrollar misiones de poco riesgo en la comodidad de las bajas altitudes, útiles pero con poca trascendencia… pero entonces un nuevo elemento se sumó a la ecuación. A las viejas conocidas, como Boeing o Lockheed Martin, se unieron otras nuevas como Blue Origin, Virgin Galactic y, por supuesto, SpaceX.
Apenas han pasado dos días desde su histórica misión Crew Dragon DM2, con la que llevaron con éxito a dos astronautas a la Estación Espacial Internacional y, mientras escribo estas líneas, la compañía de Elon Musk vuelve de nuevo a lanzar su exitoso Falcon 9 para colocar en el espacio una nueva tanda de 60 satélites de la constelación Starlink. Este colosal proyecto pretende colocar miles de pequeños satélites para ofrecer un servicio de internet de banda ancha, baja latencia y cobertura mundial a bajo costo. No ha tenido la repercusión obtenida por la misión tripulada pero también ha supuesto un gran récord para SpaceX que ha conseguido recuperar y reutilizar la primera etapa del Falcon por quinta vez.
El futuro del espacio pasa por diseños cada vez más baratos y fiables, reutilización de muchos elementos y etapas que también ayudarán a ahorrar costes y por la imparable irrupción de las compañías privadas. Por eso, ante los sonoros avances de los últimos meses, cabe preguntarse: ¿Qué más tiene preparado SpaceX para los próximos años?
El pasado 06 de mayo, mientras los ojos del mundo se encontraban distraídos con los preparativos finales para el despegue de la Crew Dragon, en las instalaciones de Spacex en Boca Chica, Texas, ocurría un hecho fundamental para el futuro de la compañía. Exactamente a las 01:57 CEST, y durante unos breves tres segundos, la compañía realizó con éxito el primer encendido estático de un prototipo de Starship. Tras incontables contratiempos, retrasos e incluso explosiones en las pruebas, el mayor proyecto de SpaceX pasaba su primera gran prueba. Treinta horas más tarde, lo volvieron a conseguir… la gigantesca Starship rugía en las instalaciones como preludio a la vuelta de la carrera espacial a las grandes ligas.
El proyecto Starship, compuesto por la nave espacial más el Super Heavy rocket, “representan un sistema, completo y totalmente reutilizable, diseñado para transportar tanto tripulación como carga a la órbita terrestre, la Luna, Marte y más allá. Starship será el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado, con la capacidad de transportar más de 100 toneladas métricas a la órbita terrestre”. Esta es la definición que la propia compañía ofrece en su web de lo que, a buen seguro, será el futuro de la exploración espacial en los próximos años.
Los planes de Musk pasan por establecer y asegurar los lanzamientos a la órbita baja con este nuevo sistema: más astronautas y más lanzamientos en los próximos meses con el tándem compuesto por Dragon y Falcon, y mientras tanto terminar el desarrollo y pruebas de la gigantesca Starship… a partir de ahí saltar a la Luna, Marte y el resto de vecinos en el Sistema Solar. Más de ciento veinte metros de altura, treinta y siete motores Raptor y una capacidad de carga que puede llegar a superar las doscientas toneladas, en sus versiones más avanzadas, son algunos de los elementos que convierten a esta poderosa máquina en nuestra mayor baza para regresar al espacio.
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