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viernes, 5 de abril de 2019

CHINA QUIERE SER LA PRIMERA EN DESPLEGAR UNA PLANTA SOLAR EN EL ESPACIO





Propuesta para la construcción de una planta solar en el espacio | imagen Mafic Studios


En los últimos años estamos asistiendo a una apertura sin precedentes en el ámbito espacial. A los dos tradicionales bloques, Estados Unidos y Rusia, pronto se ha sumado la iniciativa privada de empresas como SpaceX o Virgin Galactic, y un creciente número de países con poderosos intereses e inversiones en tecnología. En este aspecto destaca la omnipresencia del coloso chino que, a su potencia demográfica, ha incorporado en la última década una verdadera revolución tecnológica con ambiciosos planes en el espacio.

El programa lunar china cuenta ya con varios orbitadores y dos Rovers caminando por la superficie de nuestro satélite (Chang’e3 y Chang’e4), mientras se prepara para las siguientes fases (5 y 6) en las que recogerán muestras y se traerán de vuelta a la Tierra o incluso, en su etapa final, donde se prevé una misión tripulada. Sus planes para el desarrollo y ampliación de la estación espacial Tiangong 2 (Palacio celestial 2) siguen su curso y, en apenas un par de años, se iniciará su novedoso intento de llegar a Marte.

Todo un despliegue aeroespacial que, como hemos conocido esta semana, también posee proyectos energéticos únicos. La Academia de Tecnología Espacial de China está trabajando ya en la primera planta de energía en órbita, capaz de capturar la energía solar en el espacio y devolverla a la Tierra.

Infografía del funcionamiento de la planta solar china en órbita espacial 

El funcionamiento de esta tecnología, tal y como vemos en la infografía superior, consiste en recoger la luz solar en órbita y enviarla, mediante láser o microondas, hacia la superficie. Esta novedosa planta solar funcionaría, en su último diseño, a 36.000 kilómetros de altura, salvando así los inconvenientes naturales de la energía solar, es decir, la interferencia de la atmósfera, los días nublados y por supuesto, las noches. La planta podría recoger luz solar de manera permanente. “Se trataría de una fuente inagotable de energía limpia”, explicaba Pang Zhihao, uno de los ingenieros responsables del proyecto en la Academia China de Tecnología espacial, “y podrá suministrar energía constante, a una intensidad seis veces mayor que la de las plantas solares convencionales en la Tierra”.

Por supuesto, un proyecto así plantea numerosos retos tecnológicos. La primera etapa incluye una estación de energía solar de tamaño más reducido, que se lanzará a la estratosfera (unos 60 kilómetros de altura) construir y lanzar estaciones de energía solar de pequeño tamaño para probar los sistemas de recepción y envío, mediante tecnología wireless (no se ha especificado si se tratará de láser o microondas). El siguiente paso será una estación espacial de megavatios de potencia. Finalmente, y si los plazos transcurren sin incidentes, antes de 2050, podría estar funcionando la primera gran estación solar a nivel comercial con potencias de gigavatios.

El anuncio de estos planes por parte de China debería empujar hacia la búsqueda de propuestas energéticas más limpias y sostenibles. Estados Unidos, y hasta Japón, confirmaron hace algunos años, su interés en desarrollar estaciones solares similares, pero con el paso del tiempo aquellos planes quedaron en agua de borrajas. Quizá el comprobar que su competidor más directo se lanza hacia la búsqueda de energías renovables en el espacio, haga que más países se suban al carro de alternativas viables.

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