Imagen de satélite de la Estructura de Richat | NASA/GSFC/MITI/ERSDAC/JAROS
Lo maravilloso de internet es que cualquiera puede hacer pública su opinión y llegar a millones de personas. El gran inconveniente de internet, es igualmente, que cualquiera puede hacer pública su opinión y llegar a millones de personas. Este es el gran dilema con el que llevamos lidiando desde que las páginas webs aparecieron hace ya casi tres décadas y que en los últimos años se ha visto agravado por el efecto multiplicador de las redes sociales. Noticias erróneas, mitos y falsedades que se esparcen a la velocidad de la luz mediante wassap, facebook o twitter. Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en el canal de un famoso “youtuber”, Jimmy, que afirma tener pruebas de que los restos de la mítica Atlántida se encuentran en África y que ha conseguido hasta la fecha más de tres millones de visitas.
Sus videos conspiranoicos se cuentan por decenas. Desde la existencia de una raza de humanos gigantes hasta, cómo no, la manida idea de que las Pirámides fueron construidas por extraterrestres, pasando por civilizaciones alienígenas ayudando a los ingenieros romanos o asentamientos ocultos bajo lagos subterráneos en Marte. Pero entre toda la parafernalia ufológica y el misterio barato, finalmente la fama le ha llegado por sus afirmaciones sobre la Atlántida. Tanto es así que esta misma semana el propio Steven Novela, célebre neurólogo y divulgador de la ciencia en Estados Unidos, ha saltado a escena escribiendo un artículo en NeuroLogica enumerando las docenas de errores de ese vídeo.
Recreación de la Atlantida según los escritos de Platón | imagen culturaandalucia
Para desmontar a la mayoría de estos “investigadores del misterio” hay que conocer una de sus tácticas más utilizadas: el “Cherry-picking”. Imagina que tienes un plato lleno de cerezas en mal estado, pero coges solo dos o tres que están bien para afirmar que todo el plato es perfecto. De esta manera, seleccionando tan solo los elementos que te convienen y olvidando los que no cuadran con tus creencias (cherry-picking) podrías afirmar casi cualquier cosa de manera convincente porque, además, estarías aportando pruebas. Si de todos los gatos en el mundo, tan solo eliges y muestras los de color negro, podrías hacer un vídeo para youtube afirmando que todos los gatos son negros y mostrando tus pruebas seleccionadas.
Este es el caso del vídeo de la Atlántida y su argumento es que los restos de esa mítica ciudad se encuentran en Mauritania, concretamente con la célebre Estructura de Richat, también conocida como “el ojo de África”.
Estructura de Richat | Imagen NASA/JPL/NIMA
El mito de la ciudad perdida es uno de los más comunes en la historia. El paraíso de Adán y Eva, el diluvio universal, la Torre de Babel, Shambhala, Agartha, Avalon… casi todas las culturas tiene su propio mito de un lugar próspero que desaparece trágicamente por agraviar a los dioses o por la mala conducta de sus habitantes. La Atlántida es uno más de esos mitos que los antiguos narradores, incluidos filósofos como Platón, utilizaban como parábola o ejemplo.
Sin embargo, afirmar que la Estructura de Richat son los restos de la Atlántida se cae por su propio peso. En primer lugar porque es una formación geológica natural. Durante muchas décadas se ha estudiado el origen de esta bella composición y los estudios científicos más recientes nos indican que es un domo de pliegues anticlinales formado por la erosión a lo largo de millones de años.
El autor del video solo aprovecha la coincidencia en la forma circular de la Atlántida descrita por Platón y olvida los cientos de estudios y pruebas que no le convienen. Por ejemplo, en el tamaño de esa supuesta ciudad. Platón describía la Atlántida como una ciudad circular de unos 20 kilómetros, sin embargo las imágenes satelitales de la Estructura de Richat nos muestran que mide más del doble (unos 45 kilómetros).
Según Platón, la Atlántida fue destruida en un solo día por un gran terremoto seguido de un tsunami que dejó la ciudad hundida en el Atlántico hace unos 12.000 años. Sin embargo, no hay ni una sola prueba o resto geológico que lo confirme.
Las afirmaciones de este youtuber, a pesar de extenderse por redes sociales y llegar a millones de personas, siguen y siguen de manera ridícula. La leyenda de la Atlántida deja bien claro que la ciudad fue arrasada por el mar que la sumergió durante miles de años bajo el agua… por supuesto, tampoco existe ninguna prueba geológica de que esa región del Sáhara haya estado bajo el mar.
Por no hablar de que jamás se ha encontrado ni un solo resto humano en esa formación geológica. ¿Una ciudad-estado establecida allí durante miles de años sin dejar ni una sola huella de los habitantes? Ningún objeto, cerámica, artilugio, ni una pequeña construcción, algún muro, aunque sea un pequeño ladrillo… nada.
En definitiva, la táctica de aprovechar un par de coincidencias (como que la Atlántida era circular) y olvidar el resto de elementos que no te convienen, sigue siendo utilizada por los vendedores de misterios.
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