Desembocadora del Río Amazonas | NASA Earth Observatory
Si os preguntaran cuál es el río más largo y cuál es el más ancho de la Tierra muchos lo tendríamos claro: El Nilo es más largo y el Amazonas el más ancho… sin embargo, esto es incorrecto.
Durante muchos siglos se pensó que el Nilo era el río más largo del mundo mientras que el Amazonas era el más ancho, e incluso así se ha enseñado en todas las escuelas desde hace mucho tiempo, pero no es cierto. Recientemente, en 2007, se realizaron nuevas mediciones de los dos ríos y confirmaron la supremacía del Amazonas por más de cien kilómetros. Más tarde, en 2010, la longitud del río americano se estableció oficialmente en 7062 kilómetros, superando con creces los 6853 kilómetros del Nilo.
El Amazonas es el gran gigante de nuestro planeta, se mire por donde se mire. Representa una quinta parte de toda el agua dulce que existe en el mundo y su caudal podría albergar el agua procedente del Nilo, el Yangtsé y el Misisipi, los tres juntos.
Paradójicamente, estas colosales proporciones, así como la densa selva tropical que lo acompañan en gran parte de su recorrido, lo convierten también en uno de los ríos más desconocidos del planeta. De hecho, hasta esta misma semana no sabíamos su edad ni cuándo se formó…
Amanecer en el Río Amazonas | NASA Earth Observatory
Hasta hace bien poco las dataciones situaban el nacimiento del río Amazonas hace menos de dos millones de años, sin embargo en un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad de Amsterdam, en colaboración con la Universidad de Brasilia, extiende ampliamente esas fechas y sitúa la formación del río en más de nueve millones de años.
Probablemente, la pregunta que surge es… ¿Cómo se puede saber la edad de un río?
Los investigadores se centraron en el estudio de la parte más antigua del río, es decir, su desembocadura y a partir de aquí realizaron detallados análisis geoquímicos y palinológicos de los sedimentos más profundos que se han ido depositando lentamente a lo largo del tiempo. Utilizaron además muestras procedentes de una perforación para la extracción de hidrocarburos que se superaba los cuatro kilómetros de profundidad.
Los análisis geoquímicos y los restos vegetales y de polen en los depósitos mostraron un cambio significativo en los sedimentos que situaban la formación del río Amazonas en las últimas edades del Mioceno, a caballo entre el Messiniense y el Tortoniense, es decir hace algo más de nueve millones de años.
Río Amazonas | NASA Earth Observatory
El estudio también muestra el gran cambio que experimentó el río cuando amplió su caudal gracias a obtener el agua de otras cuencas situadas en las laderas de los Andes, iniciando así lo que se conoce como “etapa transcontinental” del Amazonas. Los análisis de vegetales y polen indican también que, durante el Cuaternario, los márgenes del río se rodearon de extensos pastizales, algo que contrasta de manera notable con los paisajes congelados y mantos helados de las grandes glaciaciones durante ese periodo en zonas de América del Norte.
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