AFP/AFP - Vista del volcán Cotopaxi expulsando cenizas desde Sangolqui, Ecuador,
el 23 de agosto de 2015
El proceso eruptivo del Cotopaxi, en actividad después de 138 años, puede extenderse por años, por lo que Ecuador debe prepararse para convivir con un volcán con mayor actividad, señaló el martes el presidente Rafael Correa.
"Estamos enfrentando un problema muy serio y no solo eso: puede ser de largo aliento como el (volcán) Tungurahua, que lleva 16 años en actividad. Entonces debemos prepararnos para convivir con un volcán en actividad", sostuvo el mandatario.
Correa recorrió este martes las zonas afectadas por la abundante ceniza que ha expulsado el volcán nevado Cotopaxi (45 km al sur de Quito) desde el 14 de agosto, y que llevó al gobierno a declarar el estado de excepción.
El polvo volcánico ha dañado cultivos y está enfermando al ganado que consume los pastos con ceniza, según pobladores entrevistados por la AFP el pasado fin de semana.
Sin embargo, las autoridades no han suministrado un balance de pérdidas.
"No podemos hacer milagros. Vamos a tratar de salvar la mayor cantidad de ganado, sobre todo de los pequeños ganaderos, y a ayudar (...) económicamente con créditos", comentó el presidente en conferencia de prensa en la ciudad de Latacunga.
De 5.897 metros de altura, el Cotopaxi es considerado por los científicos como uno de los volcanes más peligrosos del mundo por el alto número de personas que vive en sus alrededores, y por el riesgo de que el deshielo genere avalanchas que bajen por los ríos que cruzan por varias localidades.
El Cotopaxi es uno de los ocho volcanes activos en Ecuador.
Alrededor de 325.000 personas de tres provincias pueden verse afectadas solo por las eventuales avalanchas derivadas del proceso eruptivo, según estimó en pasados días la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos.
"Estamos tomando todas las medidas, pero no nos engañemos, no podemos hacer milagros y estamos enfrentando un problema muy grande", insistió el jefe de Estado.
En ese sentido, anticipó que en "el mediano plazo" será necesario reubicar algunos asentamientos humanos, como ya se hizo con poblados próximos al Tungurahua, que este martes emitió una columna de ceniza que se elevó hasta 2 km por encima del cráter.
Los dos volcanes están separados por una distancia aproximada de 87 km, y en ambos casos las autoridades mantienen activada la alerta amarilla, un grado intermedio de riesgo.
Sin embargo, a raíz del proceso eruptivo del Cotopaxi, el gobierno decretó hace 10 días el estado de excepción por 60 días, lo que le permite liberar recursos, movilizar militares y censurar la información relacionada exclusivamente con el evento natural.
Según Correa, esta última medida busca impedir la propagación de rumores que generen pánico colectivo.