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domingo, 17 de mayo de 2020

INFORME DE TEMBLORES EN TODO EL MUNDO DESDE 15 DE MAYO




Mapa mundial que muestra terremotos de magnitud 3 en las últimas 24 horas 16 mayo 2020


Resumen: 307 tremblores M2+, 145 tremblores M3+, 46 tremblores M4+, 3 tremblores M5+, 1 tremblor M6+ (502 en total)

Magnitud 2+: 307 terremotos
Magnitud 3+: 145 terremotos
Magnitud 4+: 46 terremotos
Magnitud 5+: 3 terremotos
Magnitud 6+: 1 terremoto
Magnitud 7+: ninguno
Magnitud 8+: ninguno
Magnitud 9+: ninguno

Estimación de la energía sísmica total: 4.2*10^14 J (118 GWh / 1*10^5 tons of TNT / 6.3 atomic bombs equivalent)

Lista de los 10 terremotos más grandes del mundo:


LA CIENCIA LO CONFIRMA: EL NÚCLEO DE LA TIERRA ESTÁ GIRANDO






Tras estudiar sismos y terremotos, una investigación realizada por expertos de la Universidad de Illinois ha descubierto que el núcleo de la Tierra está moviéndose.

Según los investigadores, los temblores registrados durante largos periodos de tiempo son la demostración empírica de que el centro del planeta está girando.

Estos sismos, llamados por los expertos “dobletes”, son un tipo de movimiento telúrico que ocurre en el mismo lugar a lo largo del tiempo.

Para los científicos, “tener datos de la misma ubicación, pero en diferentes momentos, nos permite diferenciar entre las señales sísmicas que cambian debido a la variación localizada en el alivio de las que cambian debido al movimiento y la rotación”.

Yi Yang, líder de la agrupación de expertos que trabajó en la investigación, afirma que algunas ondas sísmicas generadas por el terremoto penetran a través del cuerpo del hierro, lo que genera que ocurran cambios del límite del núcleo interno de la Tierra.

Los expertos estiman que esta situación no ocurriría si el núcleo fuera estacionario (sin movimiento), por lo que plantean que “es importante observar que estas ondas refractadas cambian antes de que las ondas reflejadas en el límite del núcleo interno, lo que implica que los cambios vienen del interior de la Tierra”.

Gracias a los nuevos métodos de procesamiento utilizado por los expertos se puede obtener una mejor evidencia de que el núcleo que está debajo de nosotros está girando.

A raíz de lo anterior, los investigadores expertos en geología sospechan que este movimiento estaría “estrechamente relacionado con procesos dinámicos del campo magnético de la Tierra, que ocurren cerca del área límite entre el núcleo interno y el externo del planeta”.

Sin embargo, para los científicos todavía no existe una claridad sobre cómo funciona el campo electromagnético en la Tierra, por lo que aún no habrían indicios claros del porque su centro está en constante movimiento.

SE FORMA ARTHUR, LA PRIMERA TORMENTA TROPICAL DE LA TEMPORADA EN EL ATLÁNTICO






Miami, 16 may (EFE).- El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos informó este sábado de la formación de la tormenta tropical Arthur, la primera con nombre de la cuenca atlántica y 16 días antes del inicio oficial de la temporada de huracanes.

Arthur está situado a unos 305 kilómetros (190 millas) al este noreste de Cabo Cañaveral (Florida) y a unos 675 kilómetros (420 millas) a sur suroeste de Cabo Hatteras (Carolina del Norte).

Según el NHC, el sistema presenta vientos máximos sostenidos de 65 kilómetros por hora (40 millas) y se prevé un fortalecimiento de su potencia las próximas se horas.

Este sistema se anticipó al inicio oficial de la temporada del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, y ha ocasionado desde el jueves pasado torrenciales lluvias y vientos en el sureste de Florida.

Arthur, que no presenta por ahora ninguna amenaza en tierra, presenta un movimiento al norte noroeste a 20 kilómetros por hora (13 millas), según el más reciente boletín del NHC.

Los meteorólogos esperan un movimiento hacia el norte-noreste o noreste esta noche y mañana domingo, después un desplazamiento más rápido hacia el noreste el lunes.

Arthur permanecerá lejos de la costa este de Florida y Georgia esta noche y el domingo, y luego se moverá cerca o al este de la costa de Carolina del Norte el lunes.

El NHC emitió una alerta de tormenta tropical para la costa de Carolina del Norte, desde Surf City hasta Pamlico y Albemarle Sounds.

Este sistema se anticipó al inicio oficial de la temporada del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, y ha ocasionado desde el jueves pasado torrenciales lluvias y vientos en el sureste de Florida, en medio de la pandemia de la COVID-19.

Los meteorólogos del NHC prevén que Arthur produzca fuertes lluvias sobre Bahamas, Florida y Carolina del Norte en los próximos días.

Tormentas tempraneras como Arthur han sido usuales en las últimas ocho temporadas, tanto que los meteorólogos se preguntan si debe ampliarse el rango de la temporada.

Sin embargo, concuerdan que estos fenómenos pretemporada no suelen presentar peligro y que el verdadero riesgo son los huracanes, infrecuentes incluso en el mes de junio.

La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA, en inglés) tiene previsto para el próximo jueves anunciar en Miami su pronóstico inicial para la temporada 2020, que después irá revisando.

Sin embargo, otras organizaciones privadas y universidades han anticipado que estará "por encima de lo normal", siendo lo regular 12 tormentas con nombre, de las cuales 6 se convierten en huracanes, incluidos 3 importantes.

La compañía privada de servicios meteorológicos AccuWeather, por ejemplo, pronostica de 14 a 20 tormentas, de las cuales entre 7 y 11 llegarán a ser huracanes, entre estos 4 a 6 llegarán a categoría mayor, es decir 3, 4 o 5 (la máxima) en la escala de Saffir-Simpson.

Por su parte, la Universidad Estatal de Colorado (CSU) previó en abril pasado que la temporada será "superior al promedio anual".

Eso es con 16 tormentas con nombre, 8 huracanes y 4 de ellos de categoría mayor, entre otros, debido a que las temperaturas del Atlántico tropical y subtropical están "más caliente que el promedio de temperatura a largo plazo".

ASÍ ES, DE MANERA DETALLADA, CÓMO ATACA EL CORONAVIRUS A TODOS NUESTROS SISTEMAS VITALES






Los estudios se suceden y cada día descubrimos nuevos sistemas atacados por la COVID19


Feroz, ese ha sido el adjetivo elegido por la Revista Science en un detallado reportaje sobre las principales consecuencias que el coronavirus despliega por todo nuestro organismo. ¿Cómo mata el virus? Desde el cerebro hasta los dedos de los pies, “la COVID19 desarbola de manera feroz nuestros sistemas”, un titular que revela el conocimiento que hemos ido adquiriendo en los últimos meses sobre un virus desconocido y sobre su discreto pero implacable ataque a multitud de órganos vitales. 

Pulmones.

Desde el principio de la pandemia quedó claro que el SARS-Cov2 desarrollaba graves problemas respiratorios, sin embargo, con el paso de las semanas y la llegada de estudios cada vez más específicos, se descubrió que no es una neumonía típica. Los problemas respiratorios son el elemento más visible pero, ni es el único ni puede que sea el más grave de ellos.

Su peligrosidad comienza por su discreción, la falta de síntomas justo en los momentos en los que es más contagioso. “A medida que el virus se multiplica, una persona infectada puede eliminar grandes cantidades de él, especialmente durante la primera semana más o menos. Los síntomas pueden estar ausentes en este momento”. El enemigo silencioso se ha instalado en el sistema del atacado y despliega su amplio armamento en el sistema respiratorio. Descendiendo por la tráquea, ataca los pulmones colapsando los alveólos y debilita así el sistema que proporciona oxígeno a todo el cuerpo. Se desarrolla una afección, denominada síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA), los niveles de oxígeno caen en picado y el paciente se sumerge en una etapa de lucha constante por obtener una bocanada de aire.

Corazón.

Los problemas respiratorios se encuadran en un problema cardiovascular más global y generalizado de lo que podíamos sospechar hace solo unos meses. Conforme empezaron a llegar las primeras autopsias desde Italia, los investigadores se encontraron con evidencias de que “el coronavirus también compromete al corazón”. El Instituto Nacional para Enfermedades Infecciosas 'Lazzaro Spallanzani’ utilizó diferentes técnicas de macroscopía y microscopía en la autopsia de 20 cadáveres italianos para descubrir que todos ellos habían fallecido por un colapso “cardiorespiratorio". El principal ataque se inicia en los pulmones, pero tal y como indica el doctor Francesco Vaia en Next: “observamos fibrosis en el miocardio y pericardio, por lo que al final estos pacientes murieron por colapso cardiorespiratorio”.

Un artículo del 25 de marzo en JAMA Cardiology documentó el daño cardíaco en casi el 20% de los pacientes de 416 hospitalizados por COVID-19 en Wuhan, China. En otro estudio de Wuhan, el 44% de los 36 pacientes ingresados ​​en la UCI tenían arritmias.

Los investigadores están trabajando a marchas forzadas para entender qué causa exactamente ese daño cardiovascular. “El virus puede atacar directamente el revestimiento del corazón y los vasos sanguíneos, ricos en receptores ACE2. O tal vez la falta de oxígeno, debido al caos en los pulmones, daña los vasos sanguíneos. O una tormenta de citoquinas podría devastar el corazón como lo hace con otros órganos”. Cuanto más investigamos la enfermedad, más evidencias encontramos de que la enfermedad ataca con fuerza el sistema respiratorio pero remata su estocada final en el sistema cardiovascular.


Los síntomas iniciales del coronavirus esconden diferentes ataques a numerosos sistemas de nuestro organismoMás

Cerebro.

Los estudios e informes que han ido llegando durante estas últimas y duras semanas nos descubren otro sistema que resulta fuertemente atacado. “Algunos pacientes con COVID-19 tienen derrames cerebrales, convulsiones, confusión e inflamación cerebral”. Los médicos intentan comprender cuáles son los causados ​​directamente por el virus.



Hace tan solo unos días se publicó un estudio en JAMA titulado “Manifestaciones neurológicas de pacientes hospitalizados con enfermedad por coronavirus en Wuhan, China” en el que se encontró que “en una serie de casos de 214 pacientes con enfermedad por coronavirus, se observaron síntomas neurológicos en el 36,4% de los pacientes y fueron más comunes en pacientes con infección grave (45,5%) según su estado respiratorio, que incluyó eventos cerebrovasculares agudos, alteración de la conciencia, y lesión muscular”.

La actuación del coronavirus y sus efectos neurovasculares son una de las mayores incógnitas a las que se enfrentan los investigadores. Los primeros estudios y autopsias procedentes de China intentan entender qué papel juega el ACE2 (el receptor funcional del SARS-Cov2) en los diferentes órganos humanos, incluido el cerebro y en general todo el sistema nervioso. Los resultados de las primeras autopsias de pacientes con COVID-19 mostraron que el tejido cerebral era hiperémico y edematoso, con muestras de degeneración neuronal pero, por el momento, poco podemos afirmar más allá de estas obsrvaciones.

Hígado.

La mayoría de los estudios que nos están llegando, en cascada, en estos últimos dos meses aún no están revisados por pares y no tienen un número de sujetos estudiados suficiente para poder sacar conclusiones válidas. Sin embargo, sí puede servir como orientación en las observaciones que se están realizando para orientar futuros estudios. El ejemplo del cerebro, se vuelve a repetir en otro órgano vital como es el hígado, donde aún no podemos extraer conocimientos definitivos más allá de observar que, tal y como indica este estudio en preprint, aproximadamente la mitad de los pacientes hospitalizados tienen niveles de enzimas que indican un hígado en dificultades.

Las consecuencias de este ataque al hígado aún no están nada claras y por todo el mundo han surgido incontables secuelas, algunas de ellas bastante insólitas, como el cambio en la pigmentación de los dos médicos chinos que tratamos en este artículo. Aún no hay respuestas definitivas aunque las primeras deducciones apuntan a dos posibles objetivos: un sistema inmune muy sobrecargado, o los tratamientos y medicamentos administrados para combatir el virus pueden estar causando el daño.

Riñones, sistema digestivo, ojos, terminaciones nerviosas… Desde el inicio de la pandemia hasta nuestros días las investigaciones y datos se están acumulando para ofrecernos una perspectiva global y es la siguiente: El virus no despliega un solo ataque, si tuviéramos que hacer una comparación, lo más aproximado sería un completo desembarco de tropas, artillería y aviación. Pero hay algo muy importante que no debemos olvidar, aún no conocemos bien a nuestro enemigo, muchos de estos elementos están conectados y son necesarios más y mejores estudios para solucionar los huecos que faltan.

Si has llegado leyendo hasta aquí, me gustaría recordarte aquella metáfora del elefante en la que, en una habitación a oscuras y solo con el tacto, una persona toca una pata, otra persona adivina una oreja y otra descubre una trompa… Ninguna por separado puede llegar a la conclusión final, necesitamos encender la luz y realizar más estudios que nos den una visión general. La ciencia está avanzando a un ritmo sin precedentes pero todavía es pronto y los resultados tan solo nos muestran ataques y secuelas aquí y allí. Cualquier conocimiento real de este virus llegará cuando empecemos a unir todas esas piezas separadas para entender la enfermedad de manera más completa.

ENCUENTRAN UN PLANETA POTENCIALMENTE HABITABLE PERDIDO EN LOS ARCHIVOS DE KEPLER




Ilustración artística comparando los tamaños de la Tierra y Kepler 1649c | imagen NASA/Ames Research Center/Daniel Rutter


Los telescopios espaciales nos están dando una maravillosa lección de cómo hacer ciencia, incluso años después de haber terminado su misión. Hubble, Spitzer, Chandra, SOHO, Kepler… La cantidad de datos recogida por estas ventanas al Universo es tan inmensa que se necesitarán décadas para analizar todo el material que han atesorado en sus años de trabajo. Una de estas agradables sorpresas nos la acaba de regalar el Telescopio espacial Kepler que dejó de funcionar en noviembre de 2018 y que, aún así, sigue desvelando los secretos del cosmos mediante su interminable archivo de datos.

Los investigadores siguen buceando en el mar de tránsitos captados por Kepler sabiendo que, perdidos en algún lugar de esas incontables gráficas, se encuentran planetas potencialmente habitables muy similares a la Tierra. Es el caso del exoplaneta Kepler-1649c que, en medio de un panorama científico dominado por el coronavirus, se ha convertido en protagonista por unos días al convertirse en uno de los más serios candidatos a exoTierra.

En esta misma sección de ciencia hemos analizado en diferentes ocasiones en qué consiste el sistema de detección de exoplanetas mediante tránsitos. La luz procedente de una estrella que capta un observatorio espacial como Kepler puede variar si un planeta pasa delante de ella. Estos pequeños “eclipses” nos indican que esa determinada estrella tiene un objeto que se cruza en su órbita, y si además existe periodicidad en ese paso, los investigadores se frotan las manos ante un nuevo candidato a planeta. De esta manera, y con la ayuda de otros métodos de detección, la comunidad científica ha descubierto ya más de 4200 exoplanetas incluyendo algunos muy interesantes dentro de la zona de habitabilidad de sus estrellas.



Tránsitos recogidos por el Telescopio Kepler del nuevo exoplaneta pasando frente a su estrella | Vanderburg, Andrew, et al.Más

Pero este nuevo planeta Kepler-1649c tiene algunas características que lo convierten en uno de los mejores candidatos encontrados hasta la fecha. La primera de ellas es su tamaño. La mayoría de estos exoplanetas detectados se encuentran tan lejos que, obviamente, los cuerpos más grandes (tipo Júpiter o Saturno) son los más fáciles de detectar. Sin embargo Kepler 1649c tiene un tamaño muy similar a la Tierra, tan parecido que su diámetro es 1,06 veces el diámetro de nuestro planeta.

El concepto de “zona de habitabilidad” es una idea fácil de comprender. Resumiendo de manera sencilla podemos decir que se trata de la zona alrededor de una estrella donde existen las condiciones necesarias para contener agua líquida. Esta zona depende de la estrella: para soles gigantes la zona de habitabilidad se sitúa en regiones más alejadas, mientras que en estrellas enanas se encuentra más cerca de la estrella. Kepler-1649c orbita cerca de su estrella, pero en este caso es una enana roja de tipo M que solo tiene el 20% de la masa de nuestro Sol, por lo que su zona habitable del sistema se encuentra muy cerca de la estrella. Así pues tenemos un planeta de un tamaño casi exacto a la Tierra, de composición rocosa (no es un planeta gaseoso), que se encuentra a unos 300 años luz de nosotros orbitando cerca de una pequeña estrella dentro de su zona de habitabilidad.

Lo curioso es que el Telescopio espacial Kepler tenía como prioridad analizar tránsitos en busca de cuerpos planetarios en estrellas similares a nuestro Sol. Encontrar entre los datos recogidos un exoplaneta potencialmente habitable orbitando una estrella enana no solo ha sido una grata sorpresa sino que abre una ventana interesante en la búsqueda de nuevos mundos alrededor de cualquier tipo de estrellas.