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domingo, 17 de mayo de 2020

ENCUENTRAN UN PLANETA POTENCIALMENTE HABITABLE PERDIDO EN LOS ARCHIVOS DE KEPLER




Ilustración artística comparando los tamaños de la Tierra y Kepler 1649c | imagen NASA/Ames Research Center/Daniel Rutter


Los telescopios espaciales nos están dando una maravillosa lección de cómo hacer ciencia, incluso años después de haber terminado su misión. Hubble, Spitzer, Chandra, SOHO, Kepler… La cantidad de datos recogida por estas ventanas al Universo es tan inmensa que se necesitarán décadas para analizar todo el material que han atesorado en sus años de trabajo. Una de estas agradables sorpresas nos la acaba de regalar el Telescopio espacial Kepler que dejó de funcionar en noviembre de 2018 y que, aún así, sigue desvelando los secretos del cosmos mediante su interminable archivo de datos.

Los investigadores siguen buceando en el mar de tránsitos captados por Kepler sabiendo que, perdidos en algún lugar de esas incontables gráficas, se encuentran planetas potencialmente habitables muy similares a la Tierra. Es el caso del exoplaneta Kepler-1649c que, en medio de un panorama científico dominado por el coronavirus, se ha convertido en protagonista por unos días al convertirse en uno de los más serios candidatos a exoTierra.

En esta misma sección de ciencia hemos analizado en diferentes ocasiones en qué consiste el sistema de detección de exoplanetas mediante tránsitos. La luz procedente de una estrella que capta un observatorio espacial como Kepler puede variar si un planeta pasa delante de ella. Estos pequeños “eclipses” nos indican que esa determinada estrella tiene un objeto que se cruza en su órbita, y si además existe periodicidad en ese paso, los investigadores se frotan las manos ante un nuevo candidato a planeta. De esta manera, y con la ayuda de otros métodos de detección, la comunidad científica ha descubierto ya más de 4200 exoplanetas incluyendo algunos muy interesantes dentro de la zona de habitabilidad de sus estrellas.



Tránsitos recogidos por el Telescopio Kepler del nuevo exoplaneta pasando frente a su estrella | Vanderburg, Andrew, et al.Más

Pero este nuevo planeta Kepler-1649c tiene algunas características que lo convierten en uno de los mejores candidatos encontrados hasta la fecha. La primera de ellas es su tamaño. La mayoría de estos exoplanetas detectados se encuentran tan lejos que, obviamente, los cuerpos más grandes (tipo Júpiter o Saturno) son los más fáciles de detectar. Sin embargo Kepler 1649c tiene un tamaño muy similar a la Tierra, tan parecido que su diámetro es 1,06 veces el diámetro de nuestro planeta.

El concepto de “zona de habitabilidad” es una idea fácil de comprender. Resumiendo de manera sencilla podemos decir que se trata de la zona alrededor de una estrella donde existen las condiciones necesarias para contener agua líquida. Esta zona depende de la estrella: para soles gigantes la zona de habitabilidad se sitúa en regiones más alejadas, mientras que en estrellas enanas se encuentra más cerca de la estrella. Kepler-1649c orbita cerca de su estrella, pero en este caso es una enana roja de tipo M que solo tiene el 20% de la masa de nuestro Sol, por lo que su zona habitable del sistema se encuentra muy cerca de la estrella. Así pues tenemos un planeta de un tamaño casi exacto a la Tierra, de composición rocosa (no es un planeta gaseoso), que se encuentra a unos 300 años luz de nosotros orbitando cerca de una pequeña estrella dentro de su zona de habitabilidad.

Lo curioso es que el Telescopio espacial Kepler tenía como prioridad analizar tránsitos en busca de cuerpos planetarios en estrellas similares a nuestro Sol. Encontrar entre los datos recogidos un exoplaneta potencialmente habitable orbitando una estrella enana no solo ha sido una grata sorpresa sino que abre una ventana interesante en la búsqueda de nuevos mundos alrededor de cualquier tipo de estrellas.

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