Torrente Sanguinio
La figura de la condesa húngara Elisabeth Bathory, de quien se dice que mató a cientos de personas para mantenerse joven bañándose en su sangre, ha inspirado para varias películas, por ejemplo la Condesa Drácula del año 1971. La idea de emplear sangre joven como remedio al envejecimiento, como veis, no es ni mucho menos nueva. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, los estudios realizados con animales en los que se inyecta sangre de ejemplares jóvenes a otros de edad más avanzada, parecen ser tendencia.
Esta semana en The Guardian han hablado del inicio de un ensayo clínico con humanos, una vez que se han conocido los resultados positivos de un trabajo con animales. Básicamente lo que harán estos científicos californianos es pasar la sangre de los partcipantes por una especie de filtro, que “reconfigurará” sus niveles de proteínas, para que se adecúen a lo que se encuentra en un organismo joven.
Lo curioso es que detrás de parte de la financiación de las pruebas con animales estuvo Calico, la compañía del grupo Google que busca alargar la esperanza de vida. En aquel pequeño estudio realizado con ratones, los investigadores demostraron que la infusión de sangre vieja en ejemplares jóvenes de ratón, ralentizaba el crecimiento del tejido hepático fresco y de las neuronas, afectando además negativamente a su rendimiento en las pruebas de estrés.
Todos los tejidos de nuestro cuerpo generan proteinas cada día. Cuando están presentes en niveles bajos, son importantes e indispensables para la vida. Sin embargo, a medida que envejecemos estos niveles comienzan a “torcerse”. Los de algunas proteínas parecen subir, y otros en cambio bajan. La idea del ensayo con humanos, que se realizará en los próximos meses, es por tanto “resetear” los niveles de estas proteínas en cincuentones, para que queden parejos a los de veinteañeros.
Y es que a raíz del pequeño estudio con ratones, los científicos creen que la presencia de ciertas proteínas en altos niveles en la sangre, puede estar afectando al crecimiento y mantenimiento de los tejidos corporales saludables, lo que a su vez contribuye a envejecernos. Como vemos el enfoque es nuevo, ya no hablamos de inyectar sangre joven en organismos viejos, sino de normalizar los niveles proteicos en la sangre de las personas maduras.
¿Funcionará? Como dicen en The Guardian, si por algún casual esto sirviera para evitar la aparición del Alzheimer, el Parkinson y la diabetes de tipo 2, un humano podría sin duda disfrutar de unas décadas más de vida activa y saludable. Por ello, estaremos muy atentos al trabajo del equipo de la Universidad de Berkeley dirigido por Irina Conboy, que se encuentra en la actualidad diseñando un dispositivo que pueda filtrar los niveles de ciertas proteínas (especialmente de algunos inhibidores cruciales) en la sangre, para adecuarlos a los propios de un joven. Una vez “reseteada” la sangre, se le volverá a inyectar al voluntario.
El equipo de Berkeley cree que hacer esto supondría una mejora terapéutica inmediata. Las primeras pruebas para este radical ensayo comenzarán, como he comentado, en seis meses y se centrarán en los niveles de una proteína clave que creen tiene efectos inhibidores en la regeneración del tejido. Para conocer los resultados de este ensayo con humanos habrá que esperar al menos tres años.
Si tienen éxito podrán retrasar el declive humano, que ahora comienza a los 70 años, unas pocas décadas más. ¡Casi nada!
Los resultados del estudio previo con ratones se publicaron recientemente en Nature communications.
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