La ambulancia se detuvo en la norteña ciudad iraquí de Kirkuk y la gente se apresuró a ayudar. Bajaron a seis niños, que tenían entre algunos meses y 11 años, todos heridos presuntamente por un ataque aéreo en la vecina localidad de Tuz Khurmatu.
“La situación en Iraq es grave”, aseguró la australiana Tirana Hassan, investigadora de emergencias de la organización de derechos humanos Human Rights Watch, recordando una escena que presenció durante un reciente viaje de investigación a la zona.
“Las familias, incluidas las que tienen niños, están atrapadas en medio de una guerra cada vez más violenta, y están pagando el precio”, dijo a IPS.
El número de víctimas civiles se disparó a casi dos meses del estallido de la violencia entre los combatientes islamistas y las fuerzas armadas iraquíes. Unas 1.500 personas perdieron la vida solo en junio, la mayor cantidad en un mes desde 2008, según la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas para Iraq (UNAMI).
“En todas las áreas afectadas por el conflicto, las bajas de los niños debidas a los ataques indiscriminados o sistemáticos por parte de grupos armados y por los bombardeos del gobierno en las áreas pobladas han ido en aumento”, señaló la UNAMI.
Los activistas también denunciaron que los ataques aéreos del gobierno contra los combatientes del Estado Islámico de Iraq y el Levante (ISIS) causaron víctimas infantiles.
“Documentamos varios casos de bombas de barril utilizadas en Faluya que mataron a niños y mujeres”, informó Hassan. “El uso indiscriminado de las armas en áreas donde residen niños y sus familias es una violación del derecho internacional”, afirmó.
Iraq se convirtió en uno de los lugares más peligrosos del mundo para los niños y las niñas.
La UNAMI también documentó “violaciones sistemáticas y flagrantes” de los derechos humanos de los niños y niñas por parte del ISIS, incluidos asesinatos, violaciones y demás tipos de violencia sexual y física, además del reclutamiento por la fuerza.
La violencia y las muertes de los últimos meses son la continuación del sufrimiento que padecieron los niños y las niñas en Iraq a lo largo de la década pasada.
El conflicto en curso le costó la vida a más de 7.800 civiles en 2013, la mayor cifra desde 2008, cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) comenzó el recuento sistemático de las víctimas civiles en Iraq.
De esas víctimas en 2013, 248 eran niños y niñas, muertas por la acción del ISIS y de la extremista red islamista Al Qaeda, según la ONU. El gobierno iraquí sostiene que la cifra sería mayor, de 335 menores muertos y 1.300 heridos.
A principios de junio, al menos 1,2 millones de iraquíes huyeron de sus hogares por la violencia. En su mayoría buscaron refugio en viviendas temporales, campamentos para desplazados internos o en casas de familia, informó la ONU.
“Un gran número de niños desplazados se encuentran en extrema necesidad de ayuda”, expresó Alec Wargo, funcionario de la Oficina del Representante Especial del secretario general de la ONU para la cuestión de los niños y los conflictos armados.
Hay denuncias de niños reclutados por los insurgentes y que fueron muertos o heridos en los combates, añadió en diálogo con IPS. La ONU y el gobierno iraquí intentan lidiar con la situación, dijo.
Aunque no existen informes oficiales sobre la situación de los niños y niñas en las zonas bajo control del ISIS, esta “no se ve bien”, según Wargo. Mientras, la ONU expresó su seria preocupación por la atención inadecuada que reciben los niños a raíz del impacto sufrido por las hostilidades en las zonas controladas por el gobierno.
La ONU calcula que la violencia contra los niños en Iraq sería mayor a la denunciada, especialmente en los casos de secuestro, debido a las dificultades en la recopilación de la información y la renuencia de las familias a informar a la policía.
Aunque no existen estadísticas oficiales, la UNAMI recibió denuncias de niños reclutados para el combate por ambas partes del conflicto, incluidas las fuerzas del gobierno. Los menores son utilizados como informantes, pero también para ataques suicidas con bombas, la vigilancia en puestos de control y la lucha, según el organismo.
“Aunque el gobierno de Iraq no tiene el control en algunas partes del país, todavía tiene la responsabilidad primordial de respetar y proteger los derechos de los niños y de evitar su reclutamiento y uso militar ilegales”, sostuvo Richard Clarke, director de Child Soldiers International, una organización británica que trabaja para evitar el reclutamiento infantil con fines bélicos.
“El gobierno debe tomar todas las medidas legales, políticas y prácticas necesarias para cesar y evitar el reclutamiento de niños por las fuerzas bajo su control, y debe buscar la ayuda de organizaciones internacionales para lograrlo”, expresó Clarke.
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