A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
20 DE NOVIEMBRE DEL 2015
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Hijos Míos, les bendigo desde Mi Corazón Materno, desde el cual les he llamado en el primer instante en que la Voluntad Divina me enviara a comunicarles los acontecimientos que se suscitarían en la Tierra ante la desobediencia de la humanidad y la rebeldía del hombre en contra del Querer Divino, el cual es: QUE TODOS SUS HIJOS SE SALVEN.
Se han mantenido distantes de lo que la Trinidad Sacrosanta les ha pedido…
Se han mantenido en contra de cuanto Yo les he solicitado en Mis Llamados por todo el mundo…
Me han rechazado, Mi Palabra no ha sido tomada en cuenta cuando les he llamado a ser cautos en el obrar y actuar de cada instante…
El vivir unidos a la Palabra Divina ha sido para la humanidad una constante lucha en la que no han encontrado un anhelo, sino un motivo de discordia para con la Casa Paterna…
¡Cuánta oración les he pedido! No solo porque así se deben mantener los hijos de Mi Hijo, sino porque en este instante encontrarán grandes luchas espirituales, mayores a las que han enfrentado y mayores a las que jamás enfrentarán y para vencerlas es necesario no solo el deseo o los buenos propósitos, ni solo la disposición, sino LA FIRME CONVICCIÓN DE UNIRSE A MI HIJO Y LA FIRME DECISIÓN DE ADENTRARSE EN EL CAMINO DE LA SALVACIÓN, el cual encuentran al vivir cotidianamente con Mi Hijo en la Eucaristía y vivir durante el resto de la vida la Misa, que es la prolongación de la Voluntad Divina, para que Ésta se multiplique hacia todos sus hermanos.
Les he llamado a orar el Santo Rosario con amor y respeto, con sentimiento y entrega…
HIJOS, TIENEN LAS ARRAS Y MÁS PARA MANTENERSE FUCIONADOS EN UNO SOLO CON MI HIJO QUE LES ESPERA CADA INSTANTE, para que deseosos de vivir la Nueva Vida, se adentren en el Amor Divino y ahondando en Él, beban del Mar insondable de la Voluntad Divina y exhalen el Amor Supremo hacia sus hermanos.
USTEDES PERTENECEN A MI HIJO, SON SU PUEBLO Y ÉL LES ESPERA CON TODO SU AMOR EN EL CAMINO DE LA SALVACIÓN, NO SE RESISTAN ANTE TANTO AMOR SUPREMO, DECÍDANSE ¡YA! A SER UNO CON MI HIJO...
Aún no se entregan con la debida confianza de quien cree firmemente en la Palabra Divina, que no les llama a ser del mundo y sus maquinaciones, sino a ser a imagen y semejanza del Obrar y Actuar Divinos.
Yo, como Madre de toda la humanidad, sufro y Mi Sangre brota de Mi Corazón como un río sin detenerse.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
No continúen en la rebeldía que solo el enemigo del alma puede presentarles, ustedes hijos tienen que luchar contra sí mismos, contra su propio libre albedrío que cada instante les condiciona a mantenerse dentro de las reglas del mundo o las que la mayoría sigue.
Mi Hijo es quien con Corazón Infinito llama a cada uno por su nombre
Amados Míos: Ninguna criatura humana conoce como el Padre, qué sucederá a la humanidad, por lo que tienen que mantener la Fe en la Verdad de Mi Hijo… “Muchos son llamados, pero pocos son los elegidos”. (Mt 22,14)
AMADOS DE MI CORAZÓN INMACULADO, LO QUE SE SUSCITA EN ESTE INSTANTE ES EL PRODUCTO DE LA DESOBEDIENCIA, DE LA IMPACIENCIA Y DE LA IGNORANCIA DEL CUERPO MÍSTICO DE LA IGLESIA.
La mente del hombre es como un campo minado: en el mínimo instante la violencia le toma y le lleva a ejecutar actos que son guiados por el mal, para ganar un mal mayor.
El armamento de este instante se encuentra esparcido por toda la Tierra, quien niegue la veracidad que vive esta generación, es iluso... Este instante es para que Mis hijos reconozcan la falta de Fe y el engaño en que se han mantenido. La falta de iniciativa para acercarse al Creador de todo lo visible e invisible, ha causado en el hombre gran ignorancia y ésta lleva al hombre a descartar los Llamados Divinos para que se preparen. En su lugar la humanidad descarta la presencia del Espíritu Santo en el hombre y rechaza insistentemente el Plan de Salvación para la humanidad.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
PERMANEZCAN ATENTOS A CADA LLAMADO, EL CUAL ENCIERRA LO QUE ESPERA A LA HUMANIDAD, A LO QUE SE ENFRENTARÁ LA HUMANIDAD, NO PARA ATEMORIZAR SINO PARA QUE DESPIERTEN Y NO CAIGAN EN LAS TRAMPAS QUE LES TIENDE EL MAL.
Hijos:
La Fe no puede crecer si no conocen a quien les ama: a Mi Hijo…
La Fe no puede crecer si no conocen cuánto les ama Mi Hijo, lo Misericordioso que es para con el hombre y lo Justo que es, por lo que cada uno es responsable de sus actos y de cómo ellos afectarán a los que tiene a su alrededor, para bien o para mal.
EL DEMONIO, COMO LEÓN RUGIENTE, HA TOMADO SUS ARMAS EN CONTRA DE LA HUMANIDAD PARA ROBAR ALMAS A MI HIJO. El estado espiritual del hombre ha abierto las puertas al demonio, facilitándole no solo la insinuación sino la manipulación de los sentidos del hombre para que actúen contra la Voluntad Divina y a favor de lo que para el mal es necesario en este instante en que se define la aparición del anticristo a través de las fuerzas malignas que permanecen sobre la humanidad.
LA IGLESIA DE MI HIJO SERÁ ESTREMECIDA FUERTEMENTE POR LOS QUE NO AMAN A MI HIJO, teniendo a favor la división que se mantiene en el corazón del Pueblo de Mi Hijo, el que sin noción alguna, se deja llevar por intereses externos de quienes les gobiernan para modernizar lo que no está sujeto a modernizarse: LA LEY DIVINA.
Oren, hijos Míos, oren por la Iglesia de Mi Hijo, el mal ha penetrado en Ella.
Oren, hijos Míos, oren por México, Mi amada Tierra, la acogida a la modernización de la estructura moral de la sociedad, la lleva a estremecerse con prontitud.
Oren por Francia, el sol hará ver con claridad el dolor de los que se abalanzan
sobre sus hermanos sin piedad.
Oren hijos, oren por Japón, la energía atómica se eleva, llevando a sufrir al hombre
y contaminando el Planeta.
Amados, cada quien continúa la vida según sus intereses, USTEDES TIENEN QUE ASCENDER Y LLEGAR A SER MEJORES CADA INSTANTE, MIRÁNDOSE A SÍ MISMOS EN SU OBRAR Y ACTUAR, SIENDO INCANSABLES BUSCADORES DE CONOCIMIENTO PARA QUE NO SEAN ENGAÑADOS.
La acción del anticristo se encuentra presente en medio de ustedes, a través de los constantes embates a los que el Pueblo de Mi Hijo es llevado para causar la muerte de los inocentes. El anticristo no ama al hombre, desprecia todo lo que le signifique Dios y se ha propuesto derrotar a la Iglesia de Mi Hijo, para establecerse como dueño y señor de lo que es de Mi Amado.
YO NECESITO LAS ORACIONES DEL PUEBLO DE MI HIJO, PARA QUE EL CAMINO DE MI HIJO SEA LLEVADERO EN ESE CONTINUO PROCESO DE ENSEÑANZA A LA QUE LAS ALMAS SON LLEVADAS PARA QUE SE PERFECCIONEN POCO A POCO.
Amados hijos, deben llevar la Palabra de Mi Hijo y la Mía hacia sus hermanos para que abran los ojos y no crean que, con una palabra todo está dicho. Es imprescindible la oración, pero, el obrar y actuar dicen más que mil palabras y esto es lo necesario: EL TESTIMONIO.
CADA UNO TIENE QUE SER CONSCIENTE DE QUE CON SU ACTUAR CONTRIBUYE A LA EXPANSIÓN DEL MAL O A LA ELEVACIÓN DEL BIEN EN EL MUNDO ENTERO.
Los fuertes, firmes y decididos en este instante son los que ocupan los primeros lugares, porque la Fe debe ser sólida para que ésta no decaiga, sino sea ese impulsador de sus hermanos para que no se estanquen y el crisol les lleve a padecer más de lo que deben padecer.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
LA HUMANIDAD PADECERÁ HASTA EL HARTAZGO, MIRANDO CON HORROR Y ESPANTO LA MALDAD QUE EL MISMO HOMBRE LLEVA POR DENTRO. PERO USTEDES NO SE AFLIJAN, QUE ESTA MADRE NO LES DESAMPARA EN NINGÚN INSTANTE.
Les amo y les bendigo.
Mamá María.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
Hermanos (as):
Nuestra Madre como fiel Discípula de Su Hijo, desea que los llamados a encontrar el Camino Recto sean evangelizadores de sus hermanos. Y así cada uno mire en el testimonio de su hermano, la acción del Espíritu Santo en quien con fe, amor, agradecimiento y adoración permanente a Dios, sea un impulsador del correcto actuar de cada uno sobre la Tierra.
El hombre ha despreciado a su Creador, y ahora el Creador viene con Su Justicia ante la negativa de los Suyos, quienes se acrisolarán por su desobediencia.
Amén.